Documento Taller STC
Estimados
compatriotas de la STC reunidos en Santo Domingo:
Reciban un
caluroso y fraternal saludo desde Cuba de los integrantes y colaboradores del
Proyecto Demócrata Cubano.
El tema del
taller que los convoca continúa siendo uno de los más interesantes por su
importancia en el debate actual de todo encuentro entre cubanos: la transición a
la democracia en Cuba.
En los últimos
tiempos parece que este debate se ha ido polarizando, desde las diferentes
variables que analizan el asunto en sí, hacia dos tesis contrapuestas: sucesión
versus transición.
Nosotros
tenemos otra visión del problema la cual nos proponemos compartir con ustedes.
En nuestra
opinión, la sucesión forma parte del proceso mismo de transición y no es su
antagónica. Esta singular transición cubana, que de alguna manera comenzó desde
que se iniciaron los cambios en la conformación política del mundo actual, con
sus avances y retrocesos, al parecer debe dar paso a la sucesión del poder real,
para luego continuar avanzando en las diferentes categorías de su desarrollo:
económicas, políticas y sociales, dirigidas a la construcción del Estado
Nacional Democrático de Derecho al que aspiramos como primer destino de ese
proceso.
Este enfoque de
la sucesión, además de estar ella legislada y reglamentada en los códigos
vigentes, responde a la percepción de la transición como proceso orgánico,
pacífico, ordenado y gradual; como un recorrido, mas o menos traumático, entre
dos puntos que fluctúan entre si, pero que forman parte del mismo camino.
Cuando se parte
de estas consideraciones se despejan temores, se racionalizan estrategias y se
aclaran intereses, pues alrededor de este crucial asunto se mueven otros planes
basados en la confrontación y la violencia que conspiran contra la misma esencia
pacífica de la transición a la cual hemos apostado.
Otro aspecto
interesante y que contribuye a enrarecer los ambientes de la transición en la
actualidad, son los estados virtuales de opinión. Recientemente se han venido
escuchando declaraciones y pronóstico apocalípticos desde ambos lados del
conflicto gobierno-oposición.
Esta tendencia
al discurso apocalíptico en el tema cubano, de alguna manera influye en los
estados de conciencia y opinión que luego apuntan a privilegiar soluciones
extremas. De la misma manera que contribuyen a crear una realidad virtual que
difiere de la realidad objetiva que sí se produce en Cuba.
Porque, mas
allá de las circunstancias por las que atraviesa la oposición y, los atropellos,
las injusticias, las carencias y dificultades de todo tipo que sufren los
ciudadanos, hasta donde conocemos, en el archipiélago no existe ni vacío de
poder, ni pérdida total de liderazgo, ni pérdida del control político y real de
la sociedad; aunque sí una creciente concientización de la necesidad de cambiar
el estatus quo imperante.
Los tiempos
para el cambio son impredecibles. Nuestra visión del asunto es que se agilizarán
en la misma medida en que se creen condiciones favorables tanto en lo político
como en lo económico, tanto hacia Cuba como desde ella. Estas condiciones
propiciarán los ambientes de confianza necesarios para motivar y acelerar las
transformaciones que, mas temprano que tarde se realizarán, obligadas por las
propias leyes del desarrollo general de las sociedades.
La transición
hacia la democracia en Cuba sucederá, nadie lo dude. Para ella trabajamos todos
en nombre de la paz, la solidaridad y la justicia.
Los invitamos a
reflexionar y les deseamos éxitos en los resultados del evento que los reúne.
Fraternalmente,
Rafael León Rodríguez
Coordinador General
San
Cristóbal de La Habana, 1 de septiembre de 2005.
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